El mantenimiento a nivel industrial nos permite tener las instalaciones de la empresa en las mejores condiciones, evitando daños, pérdidas económicas y humanas, con el paso del tiempo los materiales se van degradando, es por ello, que se debe considerar un plan de mantenimiento preventivo industrial.
Debido a las inclemencias del tiempo, es muy común que la parte externa de las edificaciones sufra daños pasado un tiempo más frecuente que la zona interna. Debido a ello, se debe crear un plan de mantenimiento preventivo industrial que permita verificar cada aspecto físico de las instalaciones:
Componentes Estructurales en el mantenimiento preventivo industrial:
Los componentes estructurales como cimientos, columnas, vigas y paredes son elementos que no deben sufrir ningún daño permanente, ya que representan un problema en la integridad de la edificación.
Paredes:
Una pared es un elemento vertical divisorio, existen diferentes tipos:
Paredes de ladrillo: Son paredes generalmente ornamentales de uso interno compuestas de ladrillos de arcilla.
Mampostería (bloques y varillas de refuerzo): Son paredes construidas con bloques de concreto.
Paredes de concreto y acero de refuerzo: Es una pared que está compuesta de concreto sólido.
Pared de vidrio: Generalmente, son paredes ornamentales fabricados en vidrio de
distintos espesores y tonalidades de acuerdo al uso y la especificación.
Independientemente del tipo de pared que se tenga, se debe evitar que esta se golpee, moje o raspe. Esto sucede comúnmente en zonas de tráfico pesado, como por ejemplo un almacén, cualquier deterioro puede causar problemas en la integridad estructural del edificio.
Techumbre:
La techumbre es la cubierta que se coloca sobre la estructura de las paredes con el objetivo de proteger su interior de las inclemencias del clima, los techos, tejados o cubiertas son los más vulnerables, por su implacable exposición al sol, viento, lluvia y cambios de temperatura.
Aún el mejor techo requiere de un mantenimiento periódico.
Todas las cubiertas están sujetas a expansión y contracción por causa de las variaciones de la temperatura ambiente, lo cual puede conducir a la presencia de fisuras, rupturas y posibles fugas o filtraciones.
Todos los techos deberán ser inspeccionados por lo menos anualmente, pero preferiblemente dos veces al año, generalmente antes de la iniciación del período de lluvias.
Pintura:
Es aplicado en las paredes, techos, bajantes, puertas, losas de concreto, entre otros. Consiste en un fluido que, con el paso del tiempo en una película sólida se adhiere a dicha superficie, de tal forma que recubre, protege y decora el elemento sobre el que se ha aplicado.
Las necesidades de pintura, tanto del interior como del exterior del establecimiento deberán determinarse sobre análisis particulares y requerimientos aplicables a cada caso, tomando en consideración factores predominantes, tales como: localización geográfica, condiciones climatológicas, grado de deterioro de las superficies pintadas, requerimientos funcionales de la edificación y apariencia.
Los trabajos de pintura deberán ser ejecutados de manera que sea posible garantizar su preservación, condiciones de limpieza y saneamiento, iluminación o visibilidad.
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