Para el correcto uso de la cámara termográfica, es necesario contar con cierta habilidad y práctica, ya que como todo software o equipo existen algunos menús, características, o por decirlo de alguna manera, atajos que permiten realizar con mayor facilidad y eficiencia el estudio o medición.
Cuando se cuenta con una cámara termográfica se habitúan al uso de la misma en una determinada forma, lo que evita el uso de funciones específicas sin sacar provecho al equipo que ya en sí es complejo y en ocasiones costoso.
Específicamente, la óptica de la cámara está basada en un detector de radiación infrarroja, que permite observar el cambio de tensión o resistencia eléctrica que serán captados por la placa electrónica de la cámara.
Esta señal es convertida en una imagen que es visualizada en la pantalla, donde los tonos muestran las distintas señales de la radiación infrarroja proveniente del objeto.
Otro punto importante que se tiene que tener en cuenta en cualquier cámara termográfica es la calibración, se debe tener presente que al adquirir una cámara infrarroja debe encontrarse perfectamente calibrada y acompañada por un certificado de calibración, ya que con esto aseguras a la persona interesada en el estudio, para asegurar que la cámara se encuentre calibrada realizando las mediciones correctas, es recomendable realizar la calibración cada año.
Para realizar estas calibraciones, deben ser realizados por un laboratorio acreditado que cuenta con condiciones controladas de temperatura y humedad, llamados también simuladores de cuerpo negro, en los cuales se permiten realizar las calibraciones pertinentes.
Cada cámara tiene en su electrónica una curva en la que se relaciona la radiación recibida con una temperatura dada. Si esta curva se desajusta, es necesario parar y reparar el equipo.
La resolución visual, afecta a la claridad con que se pueden ver los componentes o equipos bajo estudio. En ocasiones, cuando se diagnostica un problema, se debe distinguir la fuente real del problema, entre dos o más posibles fuentes localizadas una cerca de la otra.
Cuando más claro se pueda ver cada componente individual, más claramente se podrá distinguir la fuente del problema.
En el mercado existe una amplia gama de resoluciones, cumpliéndose siempre a mayor resolución, mayor coste de la cámara. Es importante saber seleccionar bien esta característica para no hacer un gasto inútil, bien por exceso o por defecto.
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